
El 25 de julio de 1968 el Beato Papa Pablo VI publicó la encíclica Humanae Vitae, sobre la regulación de la natalidad, un documento profético que sigue siendo actual a 50 años de su lanzamiento.
El documento papal cumple 50 años, y afirma la enseñanza de la Iglesia contra la anticoncepción. Habla sobre la dignidad de la vida humana y la sexualidad, y describe la planificación familiar natural como un método moralmente válido para planificar y espaciar a los hijos.
La encíclica Humanae Vitae alertó que otras consecuencias del uso de anticonceptivos serían la degradación moral, la pérdida del respeto a la mujer y el uso de estos métodos como políticas de Estado.
En el numeral 17 del documento, el Beato Pablo VI señala que “el hombre, habituándose al uso de las prácticas anticonceptivas”, puede terminar “por perder el respeto a la mujer y, sin preocuparse más de su equilibrio físico y psicológico, llegase a considerarla como simple instrumento de goce egoísta y no como una compañera, respetada y amada”.
El P. Francesco di Felice, un sacerdote italiano que trabajó en la Secretaría de Estado del Vaticano durante el pontificado del Papa Pablo VI, relató la increíble historia detrás de la Humanae Vitae, la encíclica que en 1968 se convertiría en la más contestada de la historia de la Iglesia.
Para escribir la carta encíclica Humanae Vitae sobre la regulación de la natalidad, el Papa Pablo VI recogió el trabajo iniciado por San Juan XXIII quien creó la “Comisión para el estudio de problemas de población, familia y natalidad” para tener una mejor comprensión de la acción de los anticonceptivos, algo que en la época no era muy conocido.
La Comisión escribió un informe para el Papa Pablo VI –que se filtró a los medios– y que aumentó la presión sobre él. En esencia el informe se dividía en dos partes: la opinión de la mayoría que apoyaba la anticoncepción y su respuesta a la minoría; y la opinión de la minoría que sostenía que los anticonceptivos debían rechazarse de acuerdo a la enseñanza de la Iglesia.
En declaraciones a la Agencia Católica de Informaciones, el Padre Di Felice explicó que “Pablo VI tomó estos dos documentos, el de la mayoría y el de la minoría, los llevó a su capilla privada y pasó toda la noche en oración, preguntándose ¿qué debo elegir para el bien de las almas?”
“Entonces, a la luz del alba, a las primeras luces, le vino como una iluminación, una decisión firme, como si le reconfortara el Espíritu Santo, y dijo. ‘¡Esto es lo que debo elegir!’. Y fue una gran elección, porque si nosotros admitíamos el uso de las píldoras que altera el misterio de la vida, el curso natural se alteraría y habría sido un desastre”.
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Cincuenta años de la “Humanae vitae” del Papa Pablo VI