Mons. Romeo Tovar Astorga nació en Ciudad Delgado, departamento de San Salvador, en el año de 1940, ingresó a la comunidad franciscana en el año de 1960 cuando tenía 20 años de edad y fue ordenado sacerdote en 1968. Ese mismo año viajó a España para estudiar Licenciatura en Teología Dogmática en la Universidad Pontifica de Madrid, la cual finalizó en 1970. Posteriormente fue catedrático de Teología en Guatemala y Costa Rica. Desempeñó los cargos de formador, superior local, consejero custodio y postulador de la causa de canonización del Santo Hermano Pedro de Betancur, dentro de su congregación.

Datos biográficos y sucesos eclesiales relevantes

Fue consagrado Obispo de Zacatecoluca el 25 de julio de 1987. Fue nombrado Obispo Coadjuntor de la Diócesis de San Miguel el 7 de febrero de 1997, de la cual tomó posesión como Obispo residencial el 11 de febrero el mismo año. Desde el primer momento de su llegada comenzó la restauración de la Catedral y del Obispado que estaban en una situación deplorable. El trabajo fue efectivo y muy rápido, pues a los dos años ya estaba casi concluido. La restauración de la casa episcopal es particularmente magnífica obra de arquitectura colonial. En tales trabajos se utilizaron los fondos ahorrados durante el largo período episcopal de Mons. José Eduardo Álvarez.

Su paso por la diócesis fue muy rápido, pero efectivo. Impulsó su plan pastoral basado en el Sistema Integral de la Nueva Evangelización (SINE) y para tal fin reorganizó la diócesis en vicarías foráneas. Muchas parroquias lo impulsaron logrando resultados muy positivos, sobre todo en lo referente a la participación consciente de los laicos de la misión evangelizadora.

Erigió siete nuevas parroquiasm, la cuales son : El Señor de la Veracruz, de Polorós; San Antonio de Padua, de El Sauce; Inmaculada Concepción, de la Col. Carrillo en la ciudad de San Miguel; Santiago Apóstol, de Torola; San Sebastián Mártir, de Guatajiagua; San Miguel Arcángel, de Col. El Tesoro en la ciudad de San Miguel y San Juan Bautista, de Sociedad.

Mons Tovar finalizó su período episcopal el 24 de mayo de 1999, fecha en que fue nombrado Obispo de la diócesis de Santa Ana. En estas circunstancias el Colegio de Consultores nombró como administrador Diocesano a Mons. José Pérez García, quien había sido hasta entonce el Vicario General. El administró la Diócesis hasta el 2 de septiembre de 2000, fecha en que tomó posesión Mons. Miguel Ángel Morán Aquino, nombrado por el Papa Juan Pablo II, como el Sexto Obispo Residencial de San Miguel.

Notas Pastorales de este período episcopal

Mons. Astorga no hizo cambios sustanciales a nivel personal debido al corto tiempo que permaneció en esta Iglesia Particular. Sin embargo el Sistema Integral de Nueva Evangelización (SINE) que quiso impulsar sigue dando frutos en varias parroquias.