
El miércoles 21 de septiembre de 2022 se conmemora 235 años del Milagro Patente, cuando la Reina de la Paz intercedió ante la lava del volcán Chaparrastique en una de sus más temibles erupciones, se realiza la Tradicional “Bajada de la Reina de la Paz”.
La celebración iniciará en la ermita de la comunidad Amate la Cruz, a las 12:30 del mediodía con Santa Misa, “para reconocer, para recordar y para dar gracias, por el gran milagro, obrado por intercesión de Nuestra Señora Reina de la Paz”, expresa Monseñor Fabio Colindres en un vídeo mensaje.
Posteriormente, la procesión desde El Amate la Cruz hacia Catedral Basílica, finalizando con la Eucaristía presidida por Monseñor Fabio Colindres, obispo de la diócesis de San Miguel y concelebrada por sacerdotes, a las 5 P.M.
El Milagro Patente
El 21 de septiembre de 1787, siendo cura párroco de San Miguel el Pbro. Julián Felipe Zelaya, el volcán Chaparrastique hizo una de sus más grandes erupciones amenazando con destruir la ciudad. Los vecinos decidieron en clamor popular sacar la imagen de Nuestra Señora de la Paz a la puerta principal de la Iglesia parroquial. Inmediatamente después de colocarla con la mirada hacia el cráter del volcán, la lava tomó el rumbo sur, cubriendo extensas tierras fértiles y gran parte de la laguna El Jocotal, que casi desapareció al ser cubierta por las rocas candentes.
Al desaparecer el peligro se pudo ver claramente una palma formada por blancas nubes de ceniza mezcladas con fuego, las cuales salían del furioso cráter. Los vecinos interpretaron este hecho como señal de que había llegado la paz a la ciudad.
A este evidente milagro obtenido por intercesión de Nuestra Señora de la Paz y la fe de aquellos cristianos, se le llamo “el milagro patente”. Agradecido, el pueblo migueleño prometió en ese momento guardar devoción perpetua a la Virgen de la Paz y colocó en su bella imagen una palma que simboliza la Paz. En el momento de realizarse el milagro no estaba el cura párroco en la ciudad, sólo el vicario cura interino Pbro. Féliz José Rodríguez de Palacios y los coadjutores. P. Antonio Díaz del Castillo y P. José Antonio Lacayo, quienes acompañaron al pueblo ante tales sucesos.
235 años del Milagro Patente