
Después de semanas de trabajo en equipo, oración y discernimiento, la Diócesis de San Miguel ha culminado el proceso de socialización del II Plan Pastoral Diocesano.
El 15 de marzo de 2025, las Vicarías Reina de la Paz y San Miguel Arcángel estuvieron reunidas en la parroquia San Miguel Arcángel, mientras que el 29 de marzo la Parroquia Santa Rosa de Lima acogió a toda la Vicaría San Juan Bautista.

Dichos encuentros reunieron a sacerdotes, religiosos y agentes de pastoral, con el propósito de fortalecer la labor evangelizadora en ambas vicarías. La jornada, marcada por un ambiente de fraternidad y compromiso, permitió reflexionar sobre los principales ejes que guiarán la acción pastoral en los próximos años.
El II Plan Pastoral Diocesano, lanzado oficialmente el pasado 8 de febrero durante la inauguración del Año Jubilar, es una hoja de ruta diseñada para responder a los desafíos actuales de la evangelización en el territorio diocesano.
Su construcción ha sido fruto de un proceso de escucha y discernimiento, en el que han participado diversas comunidades y sectores de la Iglesia local. Ahora, en su fase de implementación, se busca que cada vicaría asuma con responsabilidad los lineamientos pastorales y los adapte a su realidad particular.

El diálogo y la colaboración fueron clave en este ejercicio, permitiendo a los agentes de pastoral compartir experiencias, inquietudes y propuestas concretas para fortalecer la acción evangelizadora.

El Pbro. Juan Manuel Girón, Vicario Foráneo de la Vicaría San Juan Bautista, de la Zona Norte de La Unión, en su intervención, destacó la importancia de este plan como una guía esencial para la labor pastoral: “Este II Plan de Pastoral Diocesano busca fortalecer la identidad cristiana, la misión evangelizadora y la participación activa de toda la comunidad. Es fundamental que cada agente de pastoral se sienta parte de este proceso y contribuya desde su realidad local”.
El encuentro también resaltó el papel de los laicos como protagonistas de la misión y la necesidad de seguir promoviendo espacios de formación, acompañamiento y acción social. Se hizo hincapié en que la implementación efectiva del plan dependerá del compromiso y la unidad de todos los miembros de la comunidad eclesial.
“La espiritualidad cuaresmal nos lleva a ser caritativos y buscar la conversión personal y comunitaria. Este plan nos invita a ser una Iglesia cercana, que acompaña y escucha las necesidades de su pueblo”, expresó el Pbro. Luis Ulloa, Vicario de Pastoral, enfatizando la necesidad de una Iglesia en salida, comprometida con las realidades sociales de su entorno.
Una de las frases que resume el espíritu del nuevo documento pastoral es: “Una Iglesia samaritana, en salida, renovada por el Espíritu Santo, que con fe y compromiso responde a los desafíos de la evangelización de hoy”. Este plan viene a dar respuesta con acciones concretas a realizar.

Monseñor Fabio Colindres, Obispo de San Miguel, ha acompañado de cerca este proceso y ha compartido su visión sobre el espíritu que debe animar esta nueva etapa: “La Iglesia no puede quedarse estática, sino que debe ser luz y esperanza en medio de su pueblo. Este plan es una invitación a caminar juntos, escuchando la voz de Dios y la realidad del pueblo que nos ha sido confiado”.
Concluida esta etapa de socialización, la Diócesis de San Miguel se prepara para el siguiente paso: la implementación del plan en cada parroquia, comunidad y sector pastoral, para dar vida concreta a los lineamientos establecidos y continuar construyendo una Iglesia viva, cercana y misionera.
Redacción: Elizabeth Ponce.
La Diócesis de San Miguel culmina la socialización de su II Plan Pastoral